lunes, 7 de junio de 2010

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viernes, 2 de octubre de 2009

Comunicación en pareja

Comentario del Lic. Gonzalo Vega, Psicólogo.

Instituto Ganesh para el Crecimiento Psicosocial.

Tel 8820-7435

La vida en pareja está siempre llena de retos. A veces, surgen conflictos que pueden provocar una crisis y amenazar la estabilidad de la pareja y la felicidad de sus miembros. La experiencia clínica ha demostrado que la aplastante mayoría de los conflictos de pareja se deben a problemas en la comunicación. Por otro lado, las parejas más felices son aquellas que han logrado comunicarse de manera adecuada. En esta edición, dedicaremos un momento a referirnos a la comunicación en la pareja.

Primero que todo, definamos qué es la comunicación. Comunicación es, ante todo, un intercambio de información. O sea, yo transmito un mensaje, que debe ser recibido por el otro, y a cambio, otro mensaje me es transmitido a mí como respuesta. Eso significa que si solamente hablo, sin esperar respuesta, o si no ofrezco al otro mi opinión, lo que pienso de la situación planteada, entonces no estamos ante una comunicación efectiva. El monólogo no es comunicación.

Por otra parte, es necesario entender que en una relación de pareja hay un YO, un TÚ y un NOSOTROS, y cada uno de estos tres componentes es igualmente importante. O sea, que cada uno de los miembros de la pareja necesita mantener un espacio propio y respetar el espacio del otro, además de enriquecer el espacio de los dos. Cada uno de los miembros de la pareja tiene derecho a una vida propia (amigos, amigas, reuniones, intereses, pasatiempos). Uno de los problemas más comunes es cuando uno de los miembros de la pareja quiere imponer su punto de vista al otro (esto es un irrespeto, y es el equivalente a no dar espacio al TÚ en la relación). Nos referimos a la importancia del respeto mutuo. La comunicación en pareja debe tener en cuenta la necesidad de respetar el punto de vista del otro, aunque no estemos de acuerdo con él o ella.

Pero tan importante es tener en cuenta lo anterior (que podríamos decir que es el FONDO de la comunicación) como es importante ser muy cuidadosos con la FORMA de la comunicación. O sea, es muy importante lo que decimos, pero es igual de importante el cómo lo decimos. La comunicación en pareja debe ser cuidadosa y considerada, tomando siempre en cuenta los sentimientos del otro. Evitar los gritos, las palabras malsonantes, y los insultos. Esto corta la comunicación, y daña los sentimientos del otro, que son muy difíciles de reparar.

Es igualmente importante el asegurarnos de entender lo que la otra persona nos quiso decir. Es muy riesgoso el tratar de interpretar. Es mejor corroborar, preguntarle al otro lo que quiso decir, para no caer en la fácil trampa de “oír lo que queremos oír”, en lugar de oír lo que realmente nos dijeron. Esto garantiza una comunicación de calidad

Estas son pautas generales, que es necesario practicar constantemente, para que lleguen a formar parte del estilo de comunicación. En caso de tener dudas, o de sentir que se tiene un problema, es importante conseguir consejo de profesionales calificados o de personas de confianza, para lograr establecer mecanismos adecuados de comunicación, y poder mejorar nuestras relaciones de pareja.

jueves, 1 de octubre de 2009

Adolescencia, ese extraño mundo



Comentario del Lic. Gonzalo Vega, Psicólogo.

Instituto Ganesh para el Crecimiento Psicosocial

Tel 2219-3068, 8820-7435.

En esta ocasión hablaremos un poco de este mundo extraño, confuso y potencialmente peligroso que es la adolescencia. Los padres de hijos e hijas adolescentes sabrán demasiado bien que es un período marcado por incertidumbre, conflictos, rebeldía... Una madre le preguntaba angustiada a su psicólogo, refiriéndose a su hijo de 15 años: “¿Quién es este extraño que vive en mi casa? La cara es la de mi hijo, pero... ¡Yo no lo conozco!”. Este sentimiento es compartido por una gran cantidad de padres de adolescentes. Tomemos un momento para tratar de entender un poco este complejo mundo.

La adolescencia es un proceso psicosocial (sucede principalmente en el interior del muchacho y además, en su medio social y familiar). A pesar de que hay muchos y muy importantes cambios físicos en esta etapa, vamos a centrarnos en las adaptaciones psicosociales. Lo primero que vamos a notar en la familia son los cambios con respecto a los padres y a las figuras significativas (los muchachos tenderán a alejarse). Además, esto va a venir acompañado de una mayor importancia del grupo de amigos en la vida de los muchachos. Esto puede hacer sentir a muchos padres que “prefiere andar con los amigos que con nosotros”. Tenemos que entender que esto es una fase, y es totalmente normal y necesario para el desarrollo del muchacho. Además, muchos muchachos y muchachas empezarán a experimentar con música diferente, ropa y estilos que están “de moda”, y que los van a ayudar a definirse. Muchas veces, en las familias se critican duramente estas “modas” lo que causa serios conflictos con los muchachos, pues para ellos estas modas son parte fundamental de su búsqueda de identidad.

Como parte del mismo proceso, es posible que veamos mucha más rebeldía contra la autoridad, y una gran necesidad de tener espacios de individualidad, o sea, de estar solo. Los muchachos han empezado un viaje sin regreso hacia la adultez, y para ello, eso, necesitan “soltarse” de nosotros. Dicho de otra manera, no nos necesitan. Esta rebeldía es una señal de que están buscando su propio camino en la vida.

Ahora bien, que no se me malinterprete: es EXTREMADAMENTE importante que los muchachos y las muchachas tengas reglas y límites. No se trata de que hagan “lo que les dé la gana”. Deben tratar siempre a los padres y a los miembros de la familia con el debido respeto. La rebeldía no es sinónimo de malacrianza. Las horas de llegada a la casa, las calificaciones escolares, las reglas de comportamiento de la casa TIENEN que ser cumplidas, aunque a los muchachos no les guste. El muchacho debe entender que así como se le respeta su espacio personal, pero que también hay un espacio COLECTIVO/FAMILIAR, con reglas que deben ser acatadas por todos los miembros.

Además de lo anterior, los padres deben intervenir de inmediato, y buscar la asesoría de un profesional responsable, en caso de que se presenten algunas de las siguientes señales de alerta:

Cambio drástico en peso

Problemas de sueño

Cambios rápidos y drásticos en personalidad

Cambios repentinos de amigos

Faltar mucho a clases

Malas notas

Hablar o bromear de suicidio

Señales de tabaco, alcohol, o drogas

Problemas legales

En una próxima entrega hablaremos acerca de cómo podemos mejorar la comunicación con nuestros hijos adolescentes.

jueves, 4 de junio de 2009

People With Parents Who Fight Are More Likely To Have Mental Health Problems In Later Life


This article makes us reflect on a painful reality: intra-family violence takes its toll even beyond the immediate family, and its virulent influx reaches the next generation. 

Violence is a very dangerous cycle, and we must do everything in our power to break that cycle and re-learn non-violent ways of behavior. 



Psychotherapy, guided by a properly trained professional, duly registered, is a great tool for understanding the violence cycle, and breaking it. 

If you or someone you know is fighting against violent behavior, call a competent professional. 


I am posting this article, as an invitation to English speakers to make comments or ask questions about it. 


(Taken from http://www.sciencedaily.com/releases/2009/05/090527210730.htm )





ScienceDaily (May 28, 2009) — People with parents who were violent to each other are more likely to have mental health problems when they grow up, reveals research published in the Journal of Epidemiology and Community Health.


Researchers looked at what impact interparental violence had on people as children by observing their mental health outcomes in adulthood.

A child being exposed to interparental violence is a form of maltreatment with consequences for a child's development, but in some countries it is only seen as a risk factor for later problems with no specific outcomes.

The authors studied 3,023 adults in the Paris metropolitan area in 2005 by carrying out at-home face to face interviews.

People who agreed to take part were found from a population based cohort study in Paris held by the National Institute of Health and Medical Research.

The researchers measured current depression and lifetime suicide attempts, intimate partner violence, violence against children and alcohol dependence.

They also asked people about childhood adversities such as parental separation, divorce, parental death or imprisonment, alcoholism and physical and/or sexual abuse, as well as asking about social level stressors including poor parental health, housing problems, prolonged parental unemployment, and financial troubles.

Among the group of people interviewed, 16% said they had witnessed interparental violence before the age of 18 and this was far more common in certain situations. For example, it was up to eight times more likely in cases where parents had been alcoholics.

Other factors were also relevant and witnessing violence was more common in families with financial problems, serious parental diseases, housing problems or unemployment.

After adjusting for family and social level stressors, the researchers found that people who were exposed to interparental violence had a 1.4 times higher risk of having depression, were more than three times more likely to be involved in conjugal violence, were almost five times more likely to mistreat their own child and 1.75 times more likely to have a dependence on alcohol.

The authors concluded: "Intensification of prevention of and screening for domestic violence including interparental violence is a public health issue for the well-being of future generations."

miércoles, 3 de junio de 2009

Barreras de Comunicación


(Basado en texto extraído de http://depsicologia.com)

La comunicación, aunque pueda parecer obvio,  consiste en que varias personas emiten mensajes y los reciben. Sin embargo, los procesos ligados a la comunicación son complejos. Los principales problemas en la comunicación residen en que el mensaje que puede que nos sea comprensible para parte de los interlocutores. También los distractores tienen importancia a la hora de que el mensaje no llegue adecuadamente al o a los receptores.

Las barreras en la comunicación suelen ser habitualmente de tres tipos principales: ambientales, verbales e interpersonales. Hablamos de barreras ambientales cuando el tipo de barrera para la comunicaciónproviene del ambienteson por tanto barreras de tipo impersonal. Pueden ser de muchos tipos como físicas, como los ruidos, visuales una incomodidad física que impida que el mensaje se transmita adecuadamente.

Las barreras verbales provienen de los emisores o de los receptores del mensaje. Puede ser simplemente que el emisor emita muy rápidamente el mensaje. Otra de las barreras verbales más habituales consiste en que el emisor y el receptor no comparten el mismo código, esto es, el idioma en el cual se emite el mensaje con lo cual la comunicación se torna imposible. Otra de estas barreras verbales consiste en la falta de conocimientos previos que el receptor tiene del tema.

Entre las barreras interpersonales que impiden la comunicación se encuentra la percepción. Cada una de las personas que recibe un mensaje interpreta el mensaje de manera muy personal, dependiendo de su historia de vida.  La diferente interpretación del mensaje también tiene mucho que ver con el bagaje cultural o profesional del receptor ya que si, por ejemplo, el receptor es conocedor de la materia del mensaje tendrá mayor comprensión de lo que se está hablando.

Los problemas de comunicación son los más comunes que enfrentamos los seres humanos. Con mucha frecuencia, el acompañamiento terapéutico puede brindar soluciones a este problema, mejorando la calidad de relaciones familiares, emocionales, laborales, etc. Acuda a los servicios de un psicólogo debidamente entrenado y facultado legalmente para ejercer la profesión. 

Comentario del Lic Gonzalo Vega, Psicólogo 4692 (Colegio Profesional de Psicólogos de Costa Rica) 

Teléfono 8820 7435

email: profesor.gonzalo.vega@gmail.com


CUANDO LOS HIJOS CRECEN


Una vez, un ave llevaba a su polluelo en la espalda mientras volaba. En medio del vuelo, le dice: “Debes prometerme, hijo mío que cuando yo sea vieja y no pueda ya volar, tú me llevarás sobre la espalda como yo lo estoy haciendo contigo hoy”.  “No, madre, no puedo prometerte tal cosa”, responde el polluelo. “¿Es que acaso no me amas?  ¿Es que acaso cuando sea vieja me abandonarás a mi suerte? ¿Es que acaso te olvidarás de mí y no te importará que yo no pueda volar? ¿Cómo puedes ser tan desalmado?”. “No, madre... no puedo prometerte que yo te llevaré en mi espalda, porque mi espalda estará ocupada por mis propios polluelos”.

La vida es un ciclo de constante evolución. Como el amanecer antecede al día, éste a la tarde, la que se continúa en la noche, misma que a su vez dará lugar a un nuevo amanecer, asimismo los seres humanos nos encontramos constantemente ante nuevos retos, ante nuevos crecimientos. Los psicólogos llamamos “Síndrome del nido vacío” al momento en que los hijos crecen y forman sus propias vidas, encuentran su propio espacio, independientemente de sus padres. Muy a menudo esto es un evento doloroso para los padres, al ver que sus pequeños ya se han hecho grandes, y ya no los necesitan. Pero también es posible ver este cambio en la vida de la familia como una oportunidad de crecimiento; como un momento en que los padres (sea que estén solos o sea que aún estén en pareja) pueden dedicar tiempo a su propio crecimiento como personas, así como aprovechar la milagrosa posibilidad de disfrutar de los éxitos de sus hijos. Es importante que los padres y las madres les den a sus hijos la oportunidad de crecer, de desarrollarse de manera independiente, de tomar sus propias decisiones y (¿por qué no?)de cometer sus propios errores. Y la mejor manera de que el momento del “Nido vacío” sea armonioso y se constituya en una oportunidad de crecimiento es empezar (desde que los hijos son pequeños) a darles su espacio, a hacerlos responsables de sus propias decisiones, a respetar sus espacios de individualidad y su crecimiento personal. Los valores en la familia son fundamentales en este proceso. Una familia con sólidos valores, basados en el respeto y el amor, pasará por esta fase con menor dificultad. Sin embargo, a menudo los padres experimentan grandes sentimientos de tristeza y de pérdida, que en ocasiones perturban el crecimiento y el desarrollo de ellos mismos y de sus hijos. Estos sentimientos son totalmente normales, pero si no se manejan con el acompañamiento de un guía espiritual serio o de un profesional de salud mental debidamente capacitado, podrían acarrear problemas mayores. En caso de duda, es mejor consultar a un profesional de su confianza. 

La vida es un peregrinaje constante, con retos y oportunidades de desarrollo y crecimiento a cada paso. Es de sabios encontrar cada uno de ellos, y aprovecharlos al máximo.

 

Comentario del Licenciado Gonzalo Vega, Psicólogo.

 Tel 8820-7435